23 de octubre de 2005

TRIS TRAS TRES

Parecerá increíble, después de veinte años. Pero un visitante de este blog andaba ayer buscando el "Manantial de la Noche" -buscaba en google esa cadena de palabras-, nombre que yo puse a la página del Hubble Heritage que aparece entre los links recomendados de este sitio. Y lo puse porque me acordaba de Tris Tras Tres.

Internet es una realidad inabarcable, casi incomprensible. En la red he encontrado foros y grabaciones -nada más ponerme a buscarlos- de aquellos seriales de los héroes del Manantial de la Noche, las aventuras que Faraco, Luna y compañía ponían en antena durante los primeros ochenta. Lo he descubierto esta noche y estoy ya escuchando un episodio de Artemio Espada Clark y su robot XL37 Glú, que alguien se ha tomado la molestia de digitalizar.

Hace 20 años que lo oí. El tiempo es, de verdad, como dice el poeta, una barrera de jazmines. Es tan extraño atravesarla, regresar al lugar de la memoria siempre agridulce...

Tris tras tres, el programa de radio de una y media a tres de la madrugada que espoleaba nuestra imaginación siempre adolescente, nuestra sonrisa, con jingles como "Tris tras tres: Un besito de agua en tu mejilla de noche..." Y uno se giraba y a dormir feliz.

Ya me gustaría volver a oír las erotizantes aventuras de Lola Calderón, única heroína del Manantial de la Noche, sentada en el ala de la avioneta amerizada, o más bien naufragada, mirando con los ojos llenos de preguntas la luna llena de misterio mientras fumaba (¿desnuda? ¿despreocupada? yo la recuerdo desnuda) y el humo se disolvía en la transparencia de la noche...

Avioneta varada en el mar de tiempo, silueta de mujer y luz de luna. Bastante vuela a veces una mirada en las cálidas alas de la imaginación como para que nada, nada, nada se pierda en el olvido.

Salvo nosotros.

Salvo con nosotros

A salvo con nosotros.

18 de octubre de 2005

Marsé marciano (o charnego)

...Y se cumplió. Destierro o exilio del Planeta. La editorial hurta el debate de fondo y amuralla su mediocre inversión. Tira tira, que todavía llegamos.

Pero el año que viene sera peor aún. La herida del premio no la abrió Marsé, él llevaba un año señalando: ¡esto sangra! Sólo una excelente novela podrá cerrar la herida en 2006, porque a la Janer aún le faltan las contusiones que seguro le traerán las críticas.

Y mi amiga secreta barcelonesa me llama la atención sobre un detalle sabroso. La reyerta entre Marsé y Janer tiene un bordón en el que no caía: la tensión de clase entre la literatura catalana vernácula y la que se hace allí mismo en castellano. Paraulas de amor y guerra que van a duplicarse en Frankfurt 2006 y que el debate del Estatuto tal vez amplifique.

Desde luego es peor meter la lengua que la pata...

16 de octubre de 2005

¿Será Marsé desterrado del Planeta?

La historia la conocen: Marsé se quejó de la calidad de las obras del premio Planeta y, en la rueda de prensa, la ganadora acabó enzarzada en una pugna desigual, muy desigual.

Maria de la Pau no pudo contenerse. Error, gran error. Iba a ser un duelo a primera sangre -los literarios lo son- pero ella no podía alcanzar a herir al fajador Marsé, y menos sin mostrarse herida ella misma. Hay que conocer los propios límites. El hombre parecía de pedernal, sentado en esa mesa, a tres metros de la, digamos, ganadora. Con frases que manaban del enfado por la herida y que eran tan poco meditadas como significativas, la Janer se dedicó a una esgrima que le venía grande y esto se notó mucho, porque el anterior espada -Jaime Bayly, que habló previamente- había mostrado donosura, flexibilidad y buen encaje, rapidez reflejos e inteligencia en la manera de mantener alta la guardia ente el veterano autor.

Bayly le había dicho a Marsé, en definitiva, "me encantan tus críticas, yo de mayor quiero ser como tú".

Mari Pau, sin embargo, le quiso poner vitola de escritor acabado -"me interesó tu obra hace muchos muchos años, me interesó Últimas tardes con Teresa"-, hombre pasado de edad -"hay edades que ya no casan bien con hacer de enfant terrible"- y pasó por alto la única incoherencia atacable: la de un hombre que critica algo en lo que está crematísticamente involucrado, para bien o para mal. Si como decía el crooner de Cabaret, "money makes the world go round", qué decir del mayor premio comercial de nuestra vida literaria.

La resentida Mari Pau podría tener razones para su enfado: a las críticas del día anterior, Marsé añadió la aplastante: "a la novela se le ve la fontanería... la carpintería... las ínfulas literarias". Pero debió pasarlo por alto o ser más efectiva.

Al final, todo el mundo salió con la impresión de que la baja calidad de sus "Pasiones romanas" era lo más cierto de la velada. Sus referencias a Roma fueron algo insufrible -"nada de la Roma turística, sino la Roma donde viven los romanos, llena de callejones... el Trastévere en invierno, no el bullicioso de primavera ni verano, con tanto turista..." - En fín, que no será la turística pero no parece literariamente apasionante, porque había un cierto tono de clasismo y pijerío en su aseveración, que nadie que conozca un poco Roma puede tomar en serio (ay, recuerdo cómo Batllori hablaba de la ciudad eterna, sabía todos los chismes importantes, de la curia y de los hombres del siglo; hablaba de Roma de una forma tan íntima que casi parecía que, siendo tan grande y gloriosa, la conociese como puede llegarse a conocer una aldea).

Y la sentimentalidad. Marsé disparó luego contra esa blandeza antiliteraria que encontraba en la obra de Janer, esa flaqueza fácil o falaz, imperdonable, de los pobres personajes. Ella ahí quiso tirar de currículum, ¡qué horror!, le espetó a Marsé que, como escritora Y FILÓLOGA, sabe que todos escribimos sobre muy pocos temas, casi pidió un referéndum para elegir el top ten (y eso que los diez se encierran en dos: EL AMOR Y LA MUERTE).

Qué nada, qué vacío llenaba la sala al reverberar sus palabras. Marsé le acabó contestando que están muy bien los sentimientos como objeto de escritura, pero que a él le importa el cómo se escribe de ellos.

¡Visca la literatura!

¡Visca la literatura! Con sentimiento de honda complicidad le saludó Sergi Doria a Juanito Marés a la salida de la rueda de prensa. Había confesado el autor que lo que hacen el jurado, el premio y el Planeta poco tiene que ver con lo literario. Y de tan natural, la frase parecía un vaso de agua que a más de uno dejó con boca seca. Pero tenía quilates para correr entre los que allí concurrimos. Todos lo sabemos, este tipo de premios se establece sobre un pingüe adelanto editorial a un autor de mucho éxito mediático. Aunque en verdad el lamento de Marsé era más serio, cuando se preguntaba, en el fondo, sobre la posibilidad de que pueda encontrarse un ramillete de tres o cuatro buenas novelas cada año en esta tierra nuestra y en sus mares, en este idioma nuestro donde las olas literarias rompen.

Escándalo aparte -rabo de lagartija aparte, que aún anda moviéndose desgajado de su cuerpo-, el tiempo sólo mana y todo pasa y todo queda. ¿Será Marsé desterrado del planeta? Esa es en realidad la pregunta. ¿Lo está pidiendo a gritos o está tal vez buscando un cambio de estrategia a la editorial que lo sostiene?

Esperemos que no. Que la racha del galardón vuelva a levantar el vuelo que tenía en los años 90, con nombres mucho más serios entre los premiados. Cabe preguntarse si nadie en el Grupo Planeta pudo prever que el resutado sería algo similar al que finalmente ha acontecido. Pero si Marsé es desterrado del Planeta, además de que la frase suena como una sentencia desmesurada y brutal para un escritor, el premio habrá renunciado a lo mejor que ha postulado, sea esto trampantojo o anhelo, a saber: que la calidad literaria no está reñida con el éxito.

Si Planeta buscara el éxito y sólo eso -debe vender no menos de doscientos mil ejemplares del ganador para recuperar el dinero invertido en la novela- todo quedaría sólo en triste engaño. Y no seamos niños, pero tampoco siesos: si engaño ha de ser, ¿por qué debe ser triste?

Salvo Mari Pau, en el fondo, y pese a la tensión de la que ayer fuimos testigos, todos nos divertimos. El debate fue apasionante -sigue siéndolo- y se oían allí palabras de seres bastante inteligentes (sin renunciar al arranque de este párrafo).

10 de octubre de 2005

El cuerpo

La claridad no presagiaba tu presencia.

Algo fugaz, obstáculo a la luz, el movimiento apenas intuido entre las sombras.

Y deseando gira el círculo del mundo.

Miremos,

en medio de otro bosque de miradas el tacto sube al viento y ya te alcanza.

Los dedos señalan el anillo, cuerpo perfecto.

Cuerpo de cielo azul y mar bajo la piel,

los ojos,

las llamas

en las nubes.

La luz del mundo te penetra y en su calor

el sueño que te abraza se evapora.



(eclipse)

22 de septiembre de 2005

Como los antiguos

Como los historiadores de la antigüedad, que dejaban páginas en blanco en previsión de acontecimientos de los que no hubieran tenido noticia.

Un blanco similar sería preciso entre miradas -metáfora es el blanco de los ojos- incluso en el espejo, en previsión de lugares de los-otros y nos-otros que están sin cartografiar.

Mapas con silencios, islas sin nombre aún.

El anuncio de un descubrimiento tiene algo de soberbia. El conocimiento se convierte así también en falta de modestia. Conocer la belleza no aporta nada a la belleza. Es sólo a nosotros a quien ese conocimiento permite crecer. Pero no en ego.

La belleza del mundo, la belleza de ti, la belleza del aire, la belleza del canto. Cuando los descubrimos y lo anunciamos, estamos a esto (junto los dedos índice y pulgar) de la vanagloria. Casi siempre.

Me llamaré viernes.

6 de agosto de 2005

¡Por fin!

Tiempo otro, tiempo propio,

saber que NO las reglas

que jugar ES el juego


¡Vacaciones! Posted by Picasa

El juego es jugar....

4 de agosto de 2005

Dunas


Si quieres acercarte un rato a las dunas de marte, haz click sobre el título de este post.

2 de agosto de 2005

Extraordinarios

Después de un asombroso reconocimiento literario a su espíritu indómito, que le llevó a la corte imperial de los Tang, Li Bai, o Li Po "cayó" enredado en las intrigas de cortesanos ávidos y envidiosos. Marchó al exilio y su espíritu salvaje volvió a fluir libremente bajo lunas inalcanzables. Afable y solitario, amigo de los ríos y de la Vía Láctea, Li Bao gastó su vida bebiendo y regalando sus poemas.

De su visión fugaz del mundo y de sus incandescentes descripciones del amor y de la soledad poco se puede añadir. Nunca huyó de la dulzura, pero trató de endulzar el amargo regusto de la vida con buen vino, en exceso tal vez. Y ese punto contrasta con su testimonio vital, que nos orienta hacia las poéticas de la retracción, tan propias entre sus contemporáneos taoístas y entre las que, una vez más, Li Bao resultó inclasificable. Y dice el Tao: retírate una vez realizada tu labor.


Li Po (Li Bai) murió borracho, quiso beber la luna en el río Amarillo Posted by Picasa

Bebiendo solo con la luna
(Versión libre)

Alzo mi copa entre las flores.
Bebo solo, no hay nadie junto a mí--
aun así brindo con la luna.
Con mi sombra, somos tres.
Aunque la luna no bebe, y mi sombra en vano me sigue,
somos tres compañeros un instante
y resuenan nuestros brindis en el palacio de la primavera.

Canto. La Luna me da aliento.
Y bailo, hasta que mi sombra vacila.
Desde que recuerdo, fuimos compañeros.
Pero ahora estoy borracho, y todos nos perdemos.
¿Es que no hay nada seguro? ¡Sombra! ¡Luna!
¡Nos veremos, en algún lugar del río
bajo el camino de estrellas!

Li Po

29 de julio de 2005

Ya tengo la respuesta

Y es un secreto, lo siento. Sólo puedo decir:

Los ciclos abren y cierran las puertas. A veces somos capaces de verlas y pre-sentirlas, antes de cruzar.

Lo importante es que permiten enfocar lo que de verdad es importante.

Paralelamente, ayer tuve un regalo añadido -¡qué día!-, y supe interpretar, por fin, tal vez completamente, los versos finales del Cántico:

"Y la caballería
a vista de las aguas descendía".

Pero es otra historia que contaré en próximos posts.

26 de julio de 2005

El arjé del amor


http://www.antique-book-reviews.com/Artifacts/Asian/Asian_47.html Posted by Picasa

Está a punto de aparecer en España -seamos nación o chanfaina- un libro interesantísimo que reúne toda la milenaria sabiduría erótica china. Al parecer, Siruela tiene intención de publicar la obra "La vida sexual en la antigua China", del sinólogo R. H. van Gulik, a primeros de septiembre. El libro, aparecido en 1961 en su lengua original, ya había pasado por las librerías españolas -fugazmente, puesto que pronto se agotó-, hace más de 20 años.

El índice recorre el contenido apasionado y apasionante de esta obra de erudición y delicada meticulosidad, por todas las dinastías de sus cuatro mil años de historia, por sus usos y costumbres, por la vida íntima -lo que se sabe- y la pública -lo que se cuenta- del imaginario erótico oriental. Mapa completo de los siglos de pasión acumulados, montaña inmensa de coyundas y besos como aquella montaña de amor sobre la que, según Juan Ramón, se cimentaba la Colina de los Chopos. Un derrubio, en fin, de humanidad en éxtasis y de vidas que lucieron con rareza hasta extinguirse.

Un legado impagable en estos tiempos de bombas sin porqué y odios fanáticos, porque parece muy pertinente recorrer los trayectos de tan rico aluvión como éste de la refinada y difícil amatoria china. Desde las primeras dinastías que fueron construyendo la base de este ars amandi hasta la gran eclosión de la dinastía Ming, cuya liberalidad sexual marcó profundamente la sensualidad y el refinamiento de su imperio -trasfundido en el arte, pinturas, porcelanas y finos enseres-, pasando por la reacción moralista de los seguidores de Confucio -Dios los confunda- que llegaron con la dinastía manchur de los Ching, de la que el libro muestra incluso una tabla de pecados, como si fuera un prontuario de algoritmos, donde se recuentan -no sin cierto regusto pecaminoso en la tipificación de las perversiones- los deméritos ocasionados por infringir las leyes amatorias establecidas. En realidad, es un ingenuo y repetido pecado a lo largo de la historia el empeño de los hombres por controlar volcanes con sólo describirlos... Nadie es perfecto.

Tal vez en próximos posts podamos asomarnos a la apasionante lectura que más de una blogger que conozco no va a perderse. El libro será una delicia, pues viene notablemente ilustrado con la imaginería de las diversas épocas, con la claridad formal y la delicadeza de la que China es capaz. Desde las acrobacias amatorias a la imagen de una mujer despertando dulcemente a su amante dormido... Porque la vida es sueño.

¿Y el amor?

El Tao que puede decirse ya no es el Tao

20 de julio de 2005

Esta noche


NOAO, AURA, NSF Posted by Picasa

Hoy tendremos la primera Luna llena de verano.

Tal vez fugaz y roja

-cierro la boca-, mirémosla ascender desde algún lugar en el mundo. ¿Sabemos dónde?

Visión del realismo


Johannes (protagonista de "Ordet", Dreyer, 1955) enloqueció leyendo a Sören Kierkegaard. Luego hizo su milagros Posted by Picasa

El animal parlante que somos piensa que las palabras pueden pesarse con distintas balanzas, cuando en realidad no es así. No existe un mundo místico, ni poético, ni grandioso separado por un cortafuegos del mundo "real" y prosaico. Ni el poema está separado del insulto por por el filo de ninguna aleación de metales morales ni la procacidad está separada del misterio.

La primera añagaza de quienes debilitan el valor de las palabras suele ser la distinción, la discriminación entre unas y otras, entre las palabras poéticas y las mercenarias, entre las que se lleva el viento y las que la imprenta registra para los espejismos de la posteridad, entre las que mojan pan en el chapapote político o el de la prensa cordial y hepática y las que salen de la Academia, que se suponen ya limpias, fijas y rebosantes de esplendor. La cuestión del peso y el valor de las palabras pende siempre y únicamente de nuestra conciencia.

Precisamente, es en el Libro del Esplendor, el Zohar de Moshé de León, donde figuran las palabras en su mayor desnudez esencial, porque nombrar es crear; «combinar y permutar letras es generar un movimiento interminable, una fuente continua de vida». El Zohar, libro sagrado para los hebreos que fue escrito por un judeoespañol, relata cómo «en el Principio fue la Palabra», porque el mundo surgió de las veintidós letras y diez números del alfabeto hebreo: «las letras con que el cielo y la tierra fueron creados». Si observamos el tríptico de El Jardín de las Delicias de El Bosco con las tapas cerradas veremos en la parte superior de la tapa izquierda a Dios en el momento de crear el mundo, con un libro sobre las rodillas, que contiene, claro, las palabras de la creación, las del Zohar.


La Creación del mundo en las tapas de el Jardín de las Delicias

Cábalas aparte, muchos piensan que pocas veces la palabra ha valido menos que hoy porque la gente niega sin dar ninguna excusa lo que dijo el día anterior, y también por el uso de eufemismos, uno de los pocos campos en los que nuestra civilización ha llegado a ser virtuosa. Por eso cabe recordar aquí la maravillosa pelicula de Dreyer, titulada Ordet (Palabra) -reestrenada en España estos días, donde el gran director danés se empeñó en relatarnos el poder milagroso de la palabra a través de una resurrección. Estremece esta película de veras a quienes la contemplan, porque confronta precisamente el valor neto de las palabras y su bruta utilización moderna en nuestra mente.

Pero lo más interesante es que Dreyer nos deja claro que el mundo de las palabras es uno, santo y pecador a un tiempo, que diría San Agustín. Hay que decir que el director danés era un ser inteligentísimo y discreto que, como quien no quiere la cosa, a menudo decía verdades como puños. Y una de las más impresionantes que recuerdo haber leído fue la revelación de que yerran quienes buscan la mística en un mundo sobrenatural. Escuchar esto a mí me abrió los ojos.

Para él no hay diferencia de mundos -es como discriminar entre palabras con añagazas- porque no existe un mundo parecido al surrealismo en el que la mística existe. Dreyer creía a pie juntillas que la mística, o el misterio que buscaba con sus obras, era el verdadero realismo. Conviene repetirlo para su comprensión total: el verdadero realismo.

Porque, ¿quién tiene la patente de lo que es la realidad? Cada uno mira el mundo como puede o le parece. Lo que no es lógico es que nos cueste tanto comprender que siempre miramos el mismo mundo. Si la mística está incluso en el erotismo, si lo sagrado se encuentra en la naturaleza, incluida la naturaleza humana, en perfecta vecindad con la crueldad o el humor negro.

Somos puro aluvión, la conciencia es agua turbia y nuestra mirada, a veces, sin embargo, nos esclarece. La pureza no es una cualidad inhumana. No permanece dentro de urnas de cristal. Si está en algún lugar es dentro de los humores acuosos de nuestros ojos.

Como dice el Tao, hay que aprender del agua, ser humilde donde los haya, que no tiene forma sino que adopta la de quien lo contiene, que está dispuesto a entrar en los lugares que nos parecen impuros.

17 de julio de 2005

De Madrid al cielo de Vega y Orión

Aún no era de noche. En pleno atardecer del sábado Antonio Vega subió al escenario del Conde Duque, «a la hora de las sombras largas, donde nacen los hechizos», y presentó en los Veranos de la Villa su último disco: «3.000 noches con Marga», un mar redondo de amor, pero también un océano de sol y soledad, que el fundador de Nacha Pop dirige directamente al cielo, a la constelación de Orión.

Delgadísimo, casi invisible entre la densa música, y algo encorvado, Antonio se encaramaba al mástil fiel de su guitarra, concentrado, casi sin hablar al principio; apenas un «hola, chicos» cuando llegó a escena. Abría fuego con un tema ya viejo, «Anatomía de una ola». A apartir de este punto Antonio y su grupo realizaron una sabia mezcla de las canciones de su último disco con otras ya clásicas, casi todas gobernadas por los vientos del amor.

Al principio el público los recibió con alguna frialdad. Antonio empezó vuelto hacia sí mismo, parado, con movimientos seguros, aunque mínimos, sobre la guitarra. Pero llenándolo todo con su cálida voz. Como un capitán Ahab persiguiendo su imposible, Antonio timonea lo que de lejos pudiera parecer una nave desvencijada pero que, de pronto, despliega las alas insólitas, grandes, inmensas de su música y —a toda vela, a toda Vega— alcanza los círculos lejanos de las estrellas donde vuela algún «Ángel de Orión», porque aún envía allí su amor por Marga.

Y así, mientras la noche se extendía viajamos por la banda sonora de nuestra propia vida y llegamos hasta donde alguna vez «nos llevó la imaginación con los ojos cerrados». Fueron las primeras notas de «El sitio de mi recreo» el punto de inflexión que hizo estallar en aplausos entusiastas a los miles de personas que mostraron el cariño muy especial de Madrid por Antonio Vega. Para entonces la noche era rotunda y lucía un buen puñado de estrellas. Entre Vega y Orión, sobre el cielo de Madrid, se abrían ya los «Caminos infinitos»: «Se amontonan tantos años, uno a uno y diez a diez, la luz de la mesilla ilumina hoy letras de ayer...»

Escamas de la soledad

Muchos y célebres amigos del cantante no se quisieron perder el concierto. Pero el Conde Duque rebosaba, y él seguía desgranando canciones, como «Pasa el otoño»: «Atados manos y pies al corazón que fui fiel ojalá me condenaran a la niñez». Antonio fue recorriendo sin pausa su vida hecha música entre el pasado de «Me quedo contigo», «Se dejaba llevar por ti» o «Elixir de juventud», la luminosidad de «Pueblos blancos» y la premonición de «Cada sombra en la pared» —«sombras perdidas en la multitud, la multitud de las sombras», un guiño a la oscuridad a ritmo de swing, con cuarteto de metales que se sumó a la formación en la que destacaba su siempre seguro y fiel Basilio Martí—. Así la nave nos llevó hasta los límites de un «Océano de sol».

En el Conde Duque, Antonio iba gastando púas, como quitándole escamas a su soledad, y cada vez miraba más directamente a la grada, que le jaleaba con mucho afecto. Él, chico solitario, lanzaba las púas rotas, las escamas de su soledad, hacia un público entregado, como regalos que acompañaba con una sonrisa. Parecía un niño que tirase piedrecillas a un estanque, a uno de los misteriosos lagos del tiempo, porque un día cualquiera no sabes qué hora es...

Y pareció que mirase crecer los círculos en ese agua que lava los años con canciones y empapa nuestros poros, y rompe el sueño y la soledad, otros amores, discos que abrazan y luego circundan de silencio e inteligencia las palabras. Y estuvo presente, cómo no («esta para que la cantéis», le dijo al público), la «Chica de ayer», el himno madrileño de la movida que fue compuesto en la playa de la Malvarrosa, mirando al mar de un tiempo en fuga.


Orion Posted by Picasa

¿Qué decir? Supo a poco, tal vez porque faltó alguna canción, como «Te espero», porque como siempre, como es bueno, una vez más «se quedó en el tintero la promesa de un mundo mejor»..

15 de julio de 2005

He visto al mono de la tinta


La fantástica criatura china, según Francisco Toledo Posted by Picasa

El mono de la tinta se creía extinto, valga la sonora redundancia. Según contaba Borges, esta criatura oriunda del norte de China llevaba largos tiempos ya sin haber sido vista. Incluso algunas versiones indicaban que en realidad se trataba de una especie de musaraña, a la que los monjes y los poetas de la zona, suavemente montañosa, habían aprendido a domesticar. Lo cierto es que, el cada vez menor uso de la tinta china los había llevado pronto al borde de la desaparición.

El mono ex-tinto sin embargo aún dejaba testimonio de su existencia en tiempos de la revolución francesa. En 1971 decía Wang Tan-Hai (curiosamente es también el mismo año en que Mozart componía La Flauta Mágica, el año de su muerte): "Este animal aún abunda en las regiones del norte y tiene cuatro o cinco pulgadas de largo; está dotado de un instinto curioso; los ojos son como cornalinas y el pelo es negro azabache, sedoso y flexible, suave como una almohada. Es muy aficionado a la tinta china, y cuando las personas escriben, se sienta con una mano sobre la otra y las piernas cruzadas esperando que hayan concluido y se bebe el sobrante de la tinta. Después vuelve a sentarse en cuclillas y se queda tranquilo"

El que yo conozco tiene poca conversación, aunque su mirada es harto expresiva y misteriosa. En tanto preparo la tinta con que escribo las más queridas anotaciones, se sienta sobre la mesa, o sobre el piano cerrado. La música le gusta, y adora todo tipo de ruidos, metálicos o escandalosos, aunque también respeta nuestro silencio con ojos interrogantes y pacientes. Esa mezcla me causa cierta inquietud cuando espero -o desespero- la inspiración.

La primera vez creí que mi hijo pequeño se había puesto un disfraz peludo y negro. Pero luego comprendí que sólo yo atiendo a esta criatura. Para los otros resulta fugaz, apenas una sombra. Aunque mi gasto en tinta ha subido considerablemente con la ola de calor, no desisto del enigma que proporciona su mirada.

Ahora, no sólo le ofrezco un trago cada vez que relleno la pluma, sino que lo refresco constantemente, lo cual ha creado una gran confianza entre nosotros y un lustroso mechón castaño y plateado a lo largo de su lomo. Estoy empezando a cambiar el color de la tinta que le ofrezco.

Algo me tiene inquieto, sin embargo: nada quiere saber de las palabras escritas con ordenador, aunque orienta con frugal sabiduría sobre los pequeños poemas que voy dejando entre los papeles de mi desordenada mesa. Por ejemplo esta mañana:


...ramas
de la canción
olvidé en el jardín

cuando volví a buscarlas
mi corazón quemaba


El mono ha decidido comerse el papelito. Menos mal que lo pasé al ordenador, pero es todo un misterio.

Lo que me inquieta es que no sé si ese gesto era de aprecio -lo que se come suele gustar- o de desdén -"para que escribas esto, mejor me lo como como tapa, anda pásame la tinta azul, que me voy a hacer un cóctel"- ¿escuché tal vez?.

Y entonces escribí, no sé por qué:

...al igual que la sosa
mística
cubre la rosa
cáustica

14 de julio de 2005

Aún sin respuesta

No siempre sabe cómo responder.

Aquí un amigo y poeta argentino le planteaba con afecto una pregunta al final de la carta:

"Espero que los vientos del tiempo hayan calmado tus
tensiones laborales, pero Jesús, dime: ¿qué esperas de
la vida con el nombre que cargas?
un abrazo,
es lindo saber de ti
hugo"

Subrayo el enunciado de la pregunta, que aún está sin respuesta.

¿Hay palabras que pudieran responderla?
¿Hay algo, un pensamiento?
¿Premonición o libro, aventura o acto?

13 de julio de 2005

Miradas, mundos


Entrando en eclipse, como a veces nosotros Posted by Picasa


"Luna entre dos muslos lavados con el agua
que vierten vasijas de amor.
Luna en la cruz de los caminos que llevan al deseo.
Luna en pos de sus huellas.
Luna que no es una
ni otra."

Adonis



"Perdón, la luna,
para toda la especie
engendrada en tus ciclos más secretos.

Los cuerpos gimen bajo el cielo nocturno
que en tu terrible luz se enciende.

Baja tú, la celeste, hasta el barro y la sangre
que en tu luz nos conciben.

Desciende, engendradora
de una especie infeliz que nunca
alcanzará su reino."

José Ángel Valente


"Luna de amor que no conociste el ocaso
que te remontas una vez y otra vez por el cielo
cuántas veces vendrás a buscarme
en el mismo jardín, y todo será inútil."

Omar Keyyam

11 de julio de 2005

¿Qué harías tú? (La Flauta Mágica)

"Para el observador
es horrible
la ceguera del deseo,
pero para el ciego
es una luz infinita"

(lo dice Argullol en sus poemas para La Flauta Mágica en versión escénica de Jaume Plensa/ la Fura dels Baus -cuya inserción en el libreto original de Schikaneder tantos ríos de tinta ha derramado). Y habla del fuego del deseo y dice más:

"Nadie que desea
cambiaría este incendio
por un océano".

Toda la polémica con esta Flauta Mágica se resume en un mero formalismo, el de la respetable tradición. Pero el juego de rebuscar en el "tema superior" de la obra una conexión con nuestra tiniebla contemporánea es un empeño apreciable. Y eficaces son los poemas escritos por Argullol a tal efecto (aquí confronto 2):

"Te gusta, espectador,------------------"Voy a por ti
ser sólo espectador de los otros, ------espectador querido,
escondido bajo tu retina y tu oído, ---pequeño cobarde
inmune a las bacterias -----------------que crees que la trama
que a cada segundo ---------------------es siempre de los otros.
asaltan el organismo, ------------------¿Recuerdas cuando veías
impune ante el delito, -------------ante ti unas grandes avenidas
a salvo del contagio --------------------y te conformaste
de la carne de la memoria -------------con un callejón sin salida?
y de la oscura sangre ------------------¿Recuerdas cuando salías
de los presentimientos, ----------------por la noche
puro mirón del mundo, ----------------a recoger sueños
pero hoy, espectador, ------------------que luego abandonaste
ya no serás sólo espectador, -----------en la cuneta?
bajarás a la arena ----------------Recuerda aquellas sensaciones
para enfrentarte ------------------------que nunca se atrevieron
al monstruo de mil cabezas -----------a ser pensamientos,
que ha crecido en tu interior ----------aquellos pensamientos
alimentado por los años, ------------que jamás fueron palabras,
las dudas, los temores, los placeres, --aquellas palabras
el monstruo que quieres negar -------negadas en tus actos.
pero que es, espectador, ----------------No son las otras voces
lo mejor, lo más hondo, -------------las que tejen el argumento.
lo más verdadero de ti mismo, ------La representación es tuya.
un amante que ya no te soltará
mientras vivas."

Y, claro, la parte superformalista de la ópera como espectáculo burgués, como pacto frágil, como "contrato teatral de buena sociedad en el que usted me ofrece, controladas puntitas de emociones bien sabidas y yo asomo a ratos las lágrimas pero no las derramo y vuelvo reafirmado en mi actual vida...", esa parte se triza.

Algo ha de cambiarnos el arte. Debe arrojarte preguntas sobre tu vida, sobre tu lugar en el mundo: ¿Qué harías tú?

¿No es la obligación de un artista romper el muro de la hipocresía, no está ese impulso en el origen de la dramaturgia? ¿Qué quiere Antígona, cuando le dice a su padre "no tengas miedo por mí, endereza tu destino", sino trazar un círculo mágico donde todo es posible, aunque no sea probable, usual, lícito; aunque encierre peligro?

Si logran o no ese empeño, Plensa y la Fura, es otro cantar. Para mí que sí, que se acercan mucho. Sólo hay que aventurarse, escuchar, el que quiera, los armónicos de una interacción entre las palabras de Argullol y la obra de Mozart. Plensa libera la danza de la muerte de las palabras como si la serpiente que devoró a Apollinaire decidiera recorrernos libremente, se nos enroscara y llegase a estremecernos con su piel gélida. Cómo si nos interrogase, de nuevo: ¿Qué harías tú? Con el mundo, con el otro, con el deseo, contigo... "No despertéis a la serpiente", que decía Shelley.

"Siempre nos precipitamos
en el juicio ignorando
que en esta precipitación
está la auténtica maldad"

Lo dice bien Argullol y la música lo remacha. Pero el viaje está ahí. El escenario es sólo una excusa para dejarse atravesar. El público actúa como la cuarta pared del teatro y una vez que esta liturgia lo invoca como protagonista, como aludido, esa pared formal y pactada, y los otros tres muros caen reducidos a escombros. Y el deseo permanece incólume sobre los escombros, tal es su naturaleza (la nuestra).

Se abre el telon y caen los muros y está la calle, al fondo, se ven las ventanas, las calles, el trampantojo que es el teatro. Gritaba Lorca en la "Pequeña comedia sin título": "¡No dejaré que se derrame sangre de verdad junto a los muros de la mentira!"

Se abre el telón y el teatro es el espejo roto que refleja al hombre fracturado, fragmentario, real, lleno de aristas y sombras hurtadas a la simple vista.

"Mírate en el espejo más profundo:
el demonio es ese otro,
el loco es ese tipo,
el bandido,
el violador es ese rostro horrible,
el payaso es ese histrión gesticulante,
el vicioso es él
y él también, el pobre, es el tonto
tan cándido, es el idiota,
tan ingenuo, es como un niño:
rompe rápido el cristal
o deberás mirarte".

Qué aventura queda en el mundo en el que las latas y las bolsas de plástico ensucian los desiertos y las sendas del Himalaya. La única posible, a estas alturas, es la aventura del otro. El otro es otro, no puede ser alcanzado, está a una distancia que no se mide ni en años-luz.

El otro está ahí, esperando en una intersección del laberinto, esperando que tú te adelantes y le cojas la mano. El otro es como tú, es también un Minotauro de la estirpe maldita del deseo.

"El hombre lleva
la máscara del pájaro,
el pájaro la del íncubo
y el íncubo es sólo un ángel.
Y todas las criaturas enmascaradas
parecen las primeras
que hubo en el mundo
y las últimas
que lo habitarán.
Si la danza se detiene
todo se desvanecerá
pero mientras dure el baile
la música acompaña
a los soñadores".

¡Y encima suena Mozart! Es la desnuda danza del mundo, que nace y muere dentro de nosotros en cuanto callamos.

8 de julio de 2005

Antiguas y frescas palabras contra fanatismos

"Abrimos nuestra ciudad al mundo. No les prohibimos a los extranjeros que nos observen y aprendan de nosotros, aunque ocasionalmente los ojos del enemigo han de sacar provecho de esta falta de trabas. Nuestra confianza en los sistemas y en las políticas es mucho menor que nuestra confianza en el espíritu nativo de nuestros conciudadanos."

"En lugar de considerar a la discusión como una piedra que nos hace tropezar en nuestro camino a la acción, pensamos que es preliminar a cualquier decisión sabia."

"Si nos referimos a nuestras leyes, ellas garantizan igual justicia a todos, en sus diferencias privadas. En lo que respecta a las diferencias sociales, el progreso en la vida pública se vuelca en favor de los que exhiben el prestigio de la capacidad. Las consideraciones de clase no pueden interferir con el mérito. Aún más, la pobreza, no es óbice para el ascenso. Si un ciudadano es útil para servir al estado, no es obstáculo la oscuridad de su condición."

"La libertad de la cual gozamos en nuestro gobierno, la extendemos asimismo a nuestra vida cotidiana. En ella, lejos de ejercer una supervísión celosa de unos sobre otros, no manifestamos tendencia a enojarnos con el vecino, por hacer lo que le place. Y puesto que nada está haciendo opuesto a la ley, nos cuídamos muy bien de permitirnos a nosotros mismos exhibir esas miradas críticas que sin duda resultan molestas."

Palabras de Pericles, según relato de Tucídides, en el entierro de las primeras víctimas de la guerra del Peloponeso.

6 de julio de 2005

Círculos, dunas, olas


Ondas gravitatorias en los anillos de Saturno
(ampliados se aprecian mejor: pincha) (JPL/NASA)Posted by Picasa

Acabo de descubrir estos círculos centrífugos en los anillos de Saturno, ondas como las que una pedrada dibujaría sobre la piel de un lago. ¡Piel! Así es este pequeño mar del universo, descubres una piel que mueven las caricias y te incita a otra profundidad.

Hay un desierto inmenso, oscuro, y también hay un mar de dunas blancas. La mirada no basta para reflejar tanto asombro y tanto deseo. Una sola oscilación, un pequeño impulso gravitatorio y la blancura se mece en esa noche lejana y nuestra, la hace vibrar, o la susurra su música.

Porque parecen ondas sonoras también, ondas raudas en la fría lisura de este disco maravilloso, ondas de algún silencio puro o planetario. Chocan inermes las olas en los bordes nítidos de la noche.

Fabulosos barcos de la memoria, siempre perdidos nos arrastran adonde el mar del mundo acaba.

4 de julio de 2005

Requiquiem


¿Adónde se fue� Posted by Picasa

Vivía y amaba, cantaba sus días y llegó a punto final. Kiki de Montparnasse est mort, un cadáver apasionante. No creo que venga un Avellaneda del blog y pueda resucitarla.

Extraño es el tiempo en nuestras manos, áspero como soga, dulce también sin embargo. Y en la memoria, el tiempo se nos espesa como chocolate hasta que su sabor nos cambia.

Amapola y memoria juegan en esas páginas eróticas, libérrimas, y si en la boca cerrada no entran moscas, aún podemos asomarnos al blog cerrado, como moscones. Tal vez Kiki mute y aparezca de otro modo. Tal vez se convierta en el principio de un libro. Sea como fuere, dejemos constancia aquí de un homenaje a su paso por la blogosfera.

Dónde estará. En las mortecinas fotografías, en los viejos clubes clausurados, paladeando amores en la place du Tertre, en ese Montmartre de caballetes turísticos e imposturas, o caminando sola por la rue Ravignan, balanceando el bolso desde el brazo, como las muñecas de la niñez, mientras se dirige con cierto aire de abandono hacia cualquier antro de Pigalle.

Tal vez esté viajando, alguien ha dicho que la vio en un carguero rumbo a Japón, entre serpientes y piercings, y puede que algún día reaparezca con los ojos oblicuos, reina en los afterhours.

Tal vez desaparezca para siempre como todas las sombras de la imaginación, tenue como nosotros mismos.

Yo sólo brindo por su mirada al mundo.

Maniobras en la oscuridad


Colisión con el cometa Posted by Picasa

El cometa es ahora un punto y coma. La coma del cielo, o cometta, ha recibido el impacto de una sonda. Queda un punto luminoso. Todos los telescopios disponibles del mundo están mirándolo.

Después de varias correcciones de rumbo, en medio de la fría oscuridad, la famosa sonda de la misión Deep Impact ha colisionado con el cometa Tempel 1. Se cree que este objeto astral guarda secretos suculentos sobre los materiales y los procesos mediante los que se creó el sistema solar.

Un toque de luz, en realidad una flor de luz, eso hemos visto. Eso aparece en las fotos tras el choque, que desde la tierra y con un poco de imaginación y guardando las proporciones cósmicas, más parece una caricia. Tocar la piel del principio del sistema solar, rascar con algo más que afán científico, en esa piel ancestral de los primeros días de magmáticas concreciones y nubes incandescentes. Un vistazo a cuando todo era posible y la nada aún sonreía.

Hoy lo miramos desde el tercer planeta con cara de niños, con simplicidad y asombro. Qué es blog, ordenador, teclado, pantalla de luz... Qué es todo esto qué es nada de esto.

Si todo lo que existe es sencillamente.
Sencillamente.

Y se me dispara una sonrisa, pensando en el hielo y la oscuridad del cosmos. Qué es la imaginación. Llevar un pequeño aparato a millones de kilómetros y acertar a enhebrarlo para bordar su luz con la de nuestro conocimiento.

La imaginación. Soñar y abrir los ojos. Es más difícil andar entre los hombres que andarse por las ramas del cielo. También aquí las flores nos parecen inútiles.

7 de junio de 2005

Buen gobierno


No hay salida, caballeros Posted by Hello

31 de mayo de 2005

Museo saturnal de la melancolía

Melancolía, o bilis negra, una afección que difumina las fronteras entre el cuerpo y el espíritu.

du 22 septembre 2005 au 2 janvier 2006 GALERIES DU GRAND PALAIS

"Mélancolies. Génie et folie en Occident"

Aucune disposition d'âme n'a autant inspiré les artistes en Occident que la Mélancolie. Elle est considérée depuis l'Antiquité comme le tempérament des hommes marqués par la grandeur - les Héros et les Génies. Des stèles antiques jusqu'aux œuvres contemporaines, de Dürer à Ron Mueck, en passant par La Tour, Füssli, Goya, Delacroix, Rodin, Picasso ... à travers plus de 200 œuvres, cette exposition se propose d'explorer l'iconographie et les variations de cette "humeur sacrée" et met en évidence le rôle essentiel joué par la mélancolie dans les différentes formes de la création artistique en Europe.


Jean Claire, comisario de la muestra, adelanta
algo de su contenido y espíritu en la bella revista FMR, nº 6
Posted by Hello

Jean Claire enfoca brillantemente el tema en su adelanto de lo que será el catálogo de la muestra. ¿Somos un cuerpo o lo tenemos? ¿Donde está la frontera de nosotros, ánima y carrocería?

La bilis negra, el humor tenebroso que afecta al melancólico y que excede la natural frontera de otras enfermedades que se conforman con atacar al cuerpo o afectar al ánimo, es una enfermedad muy contemporánea. Resulta que desde antiguo la conocemos y sabemos muchos modos de aplacarla. Físicamente -sea esto lo que sea-, con algunos tratamientos herbológicos, cómo no, por medio de antiguas pócimas, fármacos o infusiones naturales que facilitan la expurgación de los humores oscuros.

Pero no basta. Los grandes médicos de la historia ponen énfasis en que es el ser completo el que enferma, no sólo su cuerpo. El enfermo humanizado exige un esfuerzo integral para la curación.

Desde antiguo el caprichoso natural del hombre ha sabido calmar esta melancólica tristeza sin porqué a traves del tacto y de la vista, cuando no de otros sentidos, o de todos a la vez. Era motivo incluso en el antiguo Islam para recomendar la ingesta de vino.

Aunque lo raro de la melancolía es que no se queda en mera acidia, sino que otorga al enfermo un regusto por su estado del que solo le distraen las cosas bellas. Le distraen en la medida que le concentran, oh círculo vicioso donde los haya. Y aquí entra el museo. Objetos inútiles, bellísimos simbólicos, de significado dudoso y maleable, como el ánimo crepuscular; gemas y sustancias nobles de variado origen, desde el ambar al bezoar, desde el coral al oro, desde la madreperla al marfil. Objetos para contemplarse uno mismo mirándolos, objetos sujetos -a uno mismo-, que ceñimos a nuestros sentidos agrisados, fetiches para los días de lluvia fina o tiradas de dados trucadas para cada nueva respiración.

Puestos uno contra otro forman, qué duda cabe, un museo de rarezas maravillosas. El arte más inútil de todos. Curiosa la afinidad -que Claire destaca- con el impulso medidor del hombre que ya desde los griegos antiguos debía ser la medida de todo: abundan los compases, las escuadras, los astrolabios -con su cuadrante de sombras-, los péndulos y todo aquello que simboliza el inútil impulso humano de medir la realidad, algo que nos define como especie. Y relojes, pequeños autómatas que nos hacen soñar con ser dueños del tiempo que, tarde o temprano, más nos siega que nos sosiega.

Y en esa finitud del hombre que se acaba, está tal vez la melancolía, una afección con algo de infinito que, curiosamente, tiene una cepa hispana. "Serán ceniza mas tendrá sentido. Polvo serán..." dice el poeta que sabe que lo que llamamos rostro es muerte y que morir es en realidad dejar de morir y nacer empezar a morir. Quevedo lo mismo que Cervantes nos resume. Humor oscuro a veces, mortal como el del pobre Grisóstomo, y volcánico otras. Visceralidad y sentimentalidad son nuestras dos piernas hispanas. Don Juan (even Tenorio) enfrentándose al cosmos y a su orden inexorable no deja de ser también un objeto bello para la melancolía.

Tal vez, aunque Claire no lo cita, la exposición del Grand Palais no nos hurte un telescopio entre las mirabilia de quienes contemplaron la quietud aparente de las cosas. Porque el cielo visto con grandes aumentos se mueve muy veloz, y por ello el astrónomo debe perseguir su estrella, segundo a segundo. Inútilmente, puesto que ha de dejarle al caer en el horizonte (la dudosa luz del día) y volver a su cita a la noche siguiente. El mundo gira y gira melancólicamente.

En fin, como antes citaba a Char: "En nuestras tinieblas no hay un sitio para la Belleza. Todo el sitio es para la Belleza."

Da capo: Así que, ¿qué duda podría cabernos entonces? Porque si padecemos (de pasión) la melancolía en algún lugar de nuestro cuerpo y espíritu, ese lugar es aun de la belleza. De la oscura cordura.

30 de mayo de 2005

Pequeño tratado de vencejos

"Vencejo con alas demasiado grandes, que gira gritando su gozo alrededor de la casa. Tal es el corazón.

Deseca el trueno. Siembra en la serenidad del cielo. Si roza el suelo, se desgarra.

Su réplica es la golondrina. Por serle familiar él la detesta. ¿Merece el encaje de la torre?

Para en el hueco más sombrío. Nadie sufre estrechez mayor.

En el verano de larga claridad, se deslizará hacia las tinieblas por las persianas de medianoche.

No hay ojos que lo retengan. El grito es su presencia entera. Un fusil frágil va a abatirlo. Tal es el corazón."

(Poema de René Char)


Hasta 250 km/h en vuelo y frena en un par de metros Posted by Hello

Oculto por la fama "romántica" de la golondrina (¿No pudieron ser vencejos las oscuras golondrinas becquerianas?) el vencejo (apus apus, o martinet en frances o swift en inglés) es un espíritu esquivo. Sus alas negras se encuentran entre las más dúctiles del mundo y le hacen capaz de acrobacias asombrosas, a velocidades de vértigo.

Vive veloz. Migra y anida en las casas de los hombres y tal vez cumple como ninguna otra criatura sus ansias de volar. Tan el vuelo se hizo el vencejo que ya no sabe posarse, sus patas han perdido la fuerza necesaria para el despegue, de modo que cuando roza el suelo ya no remonta y muere. Así las cosas, anida en las alturas desde donde se lanza en brazos de la luz, desde cornisas y grietas en los tejados. Sus nidos son estrechos y los fabrica con una mezcla de barro, ramas y plumas cimentadas con su propia saliva. Y su grito es estridente como pocos. Es un estallido de vitalidad, un borrador de nombres, la música del mundo reducida a pulsión. Tal es el corazón, como bien dice René Char.

En el atardecer anuda finos laberintos, sobre los pueblos y las ciudades va enhebrando la noche con últimos hilos de luz, hasta crear verdaderas marañas con las insólitas persecuciones que lo convierten en una flecha por el aire. Mientras, caza en pleno vuelo su alimento, insectos voladores a los que su grito paraliza. Cuando la noche cae, él asciende a lo más alto para echarse a dormir sobre la nada. Su vuelo entonces remueve las horas, las sombras.


Pincha sobre esta foto, vale la pena Posted by Hello

Tiene la cabecita afilada y triagular, con el pico aguileño, y así semeja un diminuto halcón. De tal modo es el vuelo y nada más que ninguna otra ave copula mientras recorre el cielo. Se acopla y duerme en el aire, sí.

Los ingenieros aeronáuticos repararon hace muy poco en él y sus alas han inspirado algunos de los últimos aparatos voladores. No valen nada si los comparamos con él.

Ya relaté en una entrada anterior, titulada "luzazul", cómo gracias a los vencejos del atardecer tuve la más nítida visión -revelación es palabra más fiel- de que lo profundo es el aire, como decía Guillén. Y recuerdo que, cuando era pequeño, tuve uno entre las manos, un pájaro caído, tristísimo, vencido vencejo. Desde entonces me hechiza verlos volar, oírlos. Pude ver sus ojos mágicos y redondos, prodigio del mundo, atlas de azabache. Negros solecillos indómitos.

Ayer después de leer el poema de Char, recordé todo esto. Puse la radio y viví un segundo verdaderamente irreal. En la emisora sonaba una canción familiar, de los Beatles. Oírla mientras pensaba, precisamente, en escribir un post como éste me dejó pasmado:


Black Bird
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Blackbird singing in the dead of night
Take these broken wings and learn to fly
All your life
You were only waiting for this moment to arise.

Blackbird singing in the dead of night
Take these sunken eyes and learn to see
All your life
You were only waiting for this moment to be free.

Blackbird fly, Blackbird fly
Into the light of dark black night.
Blackbird fly, Blackbird fly
Into the light of dark black night.

Blackbird singing in the dead of night
Take these broken wings and learn to fly
All your life
You were only waiting for this moment to arise
You were only waiting for this moment to arise
You were only waiting for this moment to arise.

(The Beatles)

29 de mayo de 2005

La lucidez es la herida más cercana al sol

Leyendo esta tarde, con ojos cada vez más abiertos. Una tarde cualquiera de un domingo, abres las páginas que René Char -acaba de aparecer su poesía en impresionante edición de Círculo de Lectores/Galaxia Gutenberg- escribía mientras caminaba por el mundo en guerra, emboscado, buscándole sentido a la vida de los hombres, a la muerte de los hombres... Palabras para ser calladas, mirando hacia lo lejos.

"¡Horrible jornada! He asistido, a unos cien metros de distancia, a la ejecución de B. ¡Me bastaba con apretar el gatillo del fusil ametrallador y podíamos salvarlo! Estábamos en los oteros que dominan Céreste, con los matorrales llenos de armas hasta reventar, y en número por lo menos igual a los SS. Ellos ignoraban que nos hallábamos allí. A los ojos que imploraban por todas partes en derredor mío la señal de abrir fuego respondí que no con la cabeza... El sol de junio me metía un frío polar en los huesos.
"Cayó como si no distinguiese a sus verdugos y tan ligero -así me pareció- que el menor soplo de viento lo habría alzado de la tierra.
"No di la señal porque esta aldea tenía que ser preservada a cualquier precio. ¿Qué es una aldea? ¿Una aldea semejante a otra? ¿Lo habrá sabido él en ese último instante?"

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"Roger estaba muy contento de haberse vuelto, para la estima de su joven esposa, el-marido-que-ocultaba-a-dios.
"Hoy he pasado junto al campo de girasoles cuya vista le inspiraba. La sequedad doblegaba las cabezas de las flores admirables, insípidas. Fue a pocos pasos de allí donde manó su sangre, al pie de una vieja morera, sorda con todo el espesor de su corteza."

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"¿Seremos más adelante parecidos a esos cráteres donde ya no acuden los volcanes, y amarillean los tallos de la hierba?"

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"A Ketty, la perra, le complace tanto como a nosotros recoger los envíos. Corre de uno a otro sin ladrar, sabiendo audazmente de qué va la cosa. Una vez concluida la faena, se tiende feliz sobre la duna de los paracaídas y se duerme."

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"Los niños cumplen ese milagro adorable de seguir siendo niños al tiempo que ven a través de nuestros ojos."

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"Entre el mundo de la realidad y yo, hoy no queda ya espesor triste."

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"De manera brusca, recuerdas que tienes un rostro. Los rasgos que lo modelaban no eran todos rasgos de pesadumbre, antaño. Hacia ese paisaje múltiple se alzaban seres dotados de bondad. En él la fatiga no hechizaba únicamente naufragios. La soledad de los amantes respiraba ahí. Mira. Tu espejo se ha convertido en fuego. Imperceptiblemente vuelves a tomar conciencia de tu edad (que había saltado fuera del calendario), de ese acrecentamiento de existencia con el que tus esfuerzos construirán un puente. Retrocede al interior del espejo. Si no consumes su austeridad, al menos la fertilidad no será agotada."

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"En nuestras tinieblas no hay un sitio para la Belleza. Todo el sitio es para la Belleza."

25 de mayo de 2005

No se negocia que la vida es bella (crónica)


El despliegue policial junto al coche bomba Posted by Hello

Pasaban quince minutos de las nueve y pasaba la vida por la calle de Alcalá. A la altura del colegio público Marqués de Suances, un coche patrulla de la Policía Nacional se atraviesa de pronto en la calzada y desvía el tráfico, desvía la vida que pasaba por allí, hacia la calle 25 de Septiembre.

Justo hoy, cosas de la vida, cumplía cuatro años mi hijo Bruno, que iba en el asiento de atrás más chulo que un ocho con su mochila nueva. «¿Qué pasa, papá?». No sé. Aún no sabíamos. Llegamos a su colegio. Poco después retumbó la gran explosión.

El humo, primero, sobre los edificios, bandera negra al viento. En el lugar del atentado, un escándalo de sirenas y alarmas, decenas de dotaciones policiales, ambulancias, bomberos y la gente con la mirada aterrada- como niños de cuatro años- en una mañana que el sol prometía preciosa y que ahora sobrevuela un helicóptero.

Los trabajadores de los edificios afectados se agolpan junto al cordón policial. Los evacuados informan a los que llegan sobre la intensa sacudida, sobre el olor a quemado, el tacto del miedo, «¡cabrones!», aún el corazón en llamas.

«Yo he sentido moverse todo», dice uno, «ha sido horrible». La humareda se vuelve blanquecina y cede hasta extinguirse. «Nos dijeron que saliéramos y a los dos minutos...», traga saliva un emigrante moreno. Preguntamos a un policía: ¿ha habido heridos? Suelta un «sí» helador y luego añade: «Pero creo que no muy graves». Y la imaginación pugna con la esperanza, porque tenemos sangre de sobra en la memoria.

La zona se va llenando de periodistas. De pronto la policía nos aleja más del lugar infausto, el lugar donde ETA quería sembrar la muerte, tan cerca de un colegio. Miedo a otra explosión. Pero hay tantas crónicas del atentado como personas lo contemplan. La gente se aferra al móvil como a un salvavidas, muchos cuentan lo que están viviendo o tranquilizan a sus próximos como a sí mismos.

Los nervios del primer momento van cediendo y se oyen las primeras quejas contra el Gobierno. Con inquietud, la palabra negociación llena varias conversaciones: «Si va a ser todo así...» Lo primero es sobrevivir -la vida es bella- y después manan los juicios de los vecinos más asustados o exaltados. Una anciana da dos pasos y grita: «La culpa es de este Gobierno, es el peor» y un ciudadano la corrige de canto: «Señora, ¿no ve que la culpa es de ETA?». Ella responde «¡El Gobierno es ETA!» -levanta los brazos, está indignada-, y es reconvenida: «¡No diga tonterías!». Todos nos miramos. Muy cerca dos perros se enzarzan a ladrido limpio. Los nervios afectan a todo bicho viviente.

Pero la vida es bella por la calle Alcalá, a pesar del cordón policial. Un viejo ciego y su mujer, su guía, avanzan lentos por la concurrida acera, tornan y desaparecen. El miedo no puede verse, y los vecinos quieren volver pronto a sus casas.

El sol ya nos deslumbra. La primera dotación de bomberos se retira antes de las once. Van en silencio, dentro del camión, con el rostro empapado. Y la vida es tan bella -como en la película de Benigni-, como para contarle a Bruno, de cuatro años, que aquella torre de humo negro la hizo el mago del tambor soplando sobre la gran tarta de su cumpleaños. Pero en la radio -algunos la llevan- sigue oyéndose insólita la palabra tregua, la otra torre del castillo de humo. De miedo.

18 de mayo de 2005

Himno-blog


Imagen del mundo según Herodoto


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"Escribo para cuatro personas.
Oh mundo, lo siento por ti, tú no conoces a esas cuatro personas." (Pound)
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16 de mayo de 2005

Neso, el mito, la poesía


Deyanira ofrece a Hércules la túnica del centauro Neso Posted by Hello

Siempre me impresionó el poema de Vinyoli sobre el amor mortal de Deyanira. Se enmarca en el único tipo de mención del mito que soporto: no el que recrea el pasado de la humanidad como un mundo coherente -aun inteligente- gracias al mito, sino el que juega con el arquetipo para rascar nuestro interior y forzar que nuestro pensamiento dé más zumo, obligarle a caminar un paso más hacia la profundidad de lo que somos. Es decir, el poema no habla del mito, sino de nosotros, del poeta mismo y de sus lectores.
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Recordemos el mito original:
El centauro Neso causó la muerte de Hércules. El centauro raptó a la segunda mujer de Hércules, Deyanira, pero Hércules mató al centauro. Sin embargo, aún moribundo, Neso aconsejó a Deyanira que, si quería mantener fiel a su marido, le pusiera su túnica, y así recuperaría su amor.
Cuando Hércules comenzó a profesar su amor por otra mortal, Yole, Deyanira recordó las palabra de Neso, y le puso la túnica del centauro a su marido. Sin embargo, Neso había bañado la túnica con el veneno de la hidra, y al ponérsela, Hércules comenzó a sentir una agonía terriblemente dolorosa.
Al ver lo que había hecho, Deyanira se suicidó. Hércules ordenó construir una pira funeraria, a la que arrojó a su esposa y, seguidamente, se arrojó en ella. Fue entonces cuando intervino Zeus, y con sus rayos apagó las llamas, llevándose a continuación a su hijo al Olimpo, donde le otorgó la inmortalidad
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El mito es un relato histórico, escrito o cantado en lenguaje poético. Por ello mismo, el mito no puede, no debe constituir la historia en sí, a estas alturas. En boca del poeta su resonancia abre la puerta a una expresión, a una polisemia antigua, casi atávica. Es el juego de armónicos entre las palabras de hoy y el mito atávico lo que hace que nos aceche un escalofrío en cada poema. Abre la conciencia de un mundo de peligro no tan simbólico, puesto que nuestro juego es siempre con la realidad y con nuestra percepción de ella. De algún modo, el mito aporta la posibilidad de una túnica envenenada o de una protección salvífica en el mismo envoltorio de nuestros sentimientos. Inquieta más que aquieta nuestros sentidos, pero los despierta y agudiza. Y funciona con su música, la que tenían las palabras en el origen del lenguaje y del pensamiento simbólico, una música que hoy somos poéticamente capaces de tararear pero cuyo significado preciso la razón no comprende.

El de Vinyoli es un gran ejemplo. Habla de Neso, de Hércules y Deyanira, pero habla de cualquier amor loco cuando llega al punto de no retorno:


NESO
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Duele, desasosiega
saber que muere el que nació con llanto
de desesperación feliz porque una vez llegamos
a encontrarnos.

Tiempo después,
cuando uno a otro nos pusimos la camisa
de fuego, se nos pegó de tal modo
al cuerpo que no hubo forma
de arrancárnosla.

Lo digo con violencia
mal contenida mientras cae
con sordo estrépito, lejana, deshecha en polvo
la pira de nosotros.


JOAN VINYOLY

(Traducción propia del poema de Tot es ara i res)



Y a cuento de todo esto, recuerdo que Valéry decía que el hombre empieza a cantar -probablemente a bailar- cuando el habla no le basta. En cuanto las palabras ya no son suficientes, "en cuanto los conceptos susceptibles de ser articulados en palabras fracasan, en el mundo comienza a sonar la música", añade muy afinado Werner Henze.

Y el mito es la música del pensamiento, más que su armonía su polifonía, precisamente en este sentido. Articula nuestro soliloquio para que pueda expresar otras cuestiones, demasiado claras o demasiado oscuras para que sólo en su nivel el pensamiento las pueda desbrozar. Descubrimos con esa facultad de pensar más una conciencia que llamaría vital, humildemente, hasta qué punto estamos unidos a lo remoto, los pies hundidos en la sopa del origen.

Nos descubrimos como aluvión frágil de sigilos y de mitos. Lo que en realidad somos.




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Apostillas vespertinas
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Política: Cualquier parecido con las camisas de fuego que hoy se regalan Rajoy y Zapatero, con la etiqueta del centauro de las tierras vascas es pura coincidencia.
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Social: El centauro que da la túnica mortal a la novia, una munición envenenada y sin reparación posible, es un arcano que puede incomodar a cualquier abogado matrimonialista....
Tal vez deberían elevarlo al patronazgo del gremio. O darle su nombre a un bufete. Tal:

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Neso & asociados
a b o g a d o s

Especialidad en procesos complicados de divorcio
Le aseguramos que su ex pareja no saldrá ganando.
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14 de mayo de 2005

La gloria 0==[]:::::::::::::::::> es oscura


Tumba de guerreros galos y sus caballos en Le Cendre, Francia.
Foto Epa, aparecida en una revista Posted by Hello


La historia de la guerra es una fosa.
La gloria de los hombres que lucharon. Memoria de una especie teñida por la sangre.
(Pero en España seguimos arrojándonos aún los restos de la guerra. No dejamos a nuestros muertos ser historia. O, últimamente los recontamos como monedas de una negociación.)

Con sus pertrechos, con sus caballos, con sus banderas,
la épica es un género abortado. Su canto termina antes de llegar a la verdad final, algo que también se dijo del drama, que es una comedia que termina antes de tiempo. Lo cual no elimina el sentido de la lucha, sino tal vez lo purifica y deja inútil.
Me refiero al incendio provocado por un discurso épico, cuando la arenga quema en la punta de los corazones y los dientes se aprietan prestos en la porfía. Esa palabra de poder deja un paisaje abrasado, una visión plausible del infierno. Pienso en Brueghel y El triunfo de la muerte...


El triunfo de la muerte de Brueghel Posted by Hello

Humanos rebaños, capaces de gestas mayores que todos ellos y cada uno gracias a ese incendio cegador que borra de su mente esta visión o la atempera en pos de un ideal o de un destino. Empeño de no pensar en la fosa. Después, el viento barre las humaredas y el tiempo las generaciones. Lucidez tal vez sea espantar esta visión oscura de la gloria, imaginar la gloria del palacio, la del mediodía con la espada y el sol invictus, y la belleza de todo latiéndonos.

Pero en los últimos huesos, juntos hombres y caballos, la gloria es un escombro blancuzco. Es oscura, turbia en la tierra. Y si tiene grandeza es más profunda que la épica, que esta fosa, que la memoria.

La podemos rozar cuando elegimos. Y también la podemos desmoronar, como esta balumba de huesos de la foto, junto con nosotros.

La gloria es algo ajeno, aliena.
Y siempre cobra su precio: la borrachera o la sangre (justo lo que olvidan los políticos, como olvidan que, si existe, la gloria épica es tan sólo una metáfora dopada de nuestra propia tristeza).

Y al hallarla, un silencio terrible nos envuelve.

13 de mayo de 2005

Islas, traducciones, blogs


Lesbia -anagrama- (óleo del XIX) Posted by Hello

Decía Aníbal Núñez en su traducción de los poemas de Catulo:

"El traidor busca saber la cara del difunto. Y enmienda las que ha visto. Oh, Catulo afeitado con prosas perifrásticas, remedado -él tan virtuoso- por viciosos puristas que para recuperar una lengua sin pelos la privan de artificios.
He aquí de nuevo la adusta mueca del de Verona increpando a su Lesbia o contando de ella maravillas."

Están las traducciones académicas en las que la dulce Ipsitila se prepara para abrazar a Catulo nueve veces seguidas, como si de castos abrazos socráticos hubiese hablado el veronés, cuando decía "nouem continuas fotutiones". Y hubo de llegar Aníbal Núñez, como cruzando los Alpes de la hipocresía, y tradujo paladino: nueve polvos...

Por eso, y por otras cosas, hablaba de pelos en la lengua. Por la deriva filológica de nuestra inclinación admirativa hacia una naturaleza casi decorativa, desnaturalizada, y nuestra incapacidad para asumirla dentro de cada uno naturalmente. Y también decía: "Por qué se suelen envejecer con una especie de pátina las versiones de los clásicos, por qué se traduce el latín a un castellano especial para traducciones de latín. Ese afán anticuario y falsificador es imperdonable".

Por eso, en su traducción, somos contemporáneos de Catulo, un chaval de ahora mismo, un atrevido amador, profundo, arriesgado, pasional y humorado. ¿Y qué, si no, es amar, anagrama de rama, o el amor, nuestra ciudad, anagrama de Roma, nuestra isla secreta?

Construimos un mapa donde perdernos, una isla fabulosa de músicas y libros revisitados, un cielo de momentos brillantes en la oscuridad unánime del tiempo en fuga. Lo llevamos cada día, como una suave cinta anudada en la frente. Y descubrimos seres muy parecidos a nosotros que habitan esa isla, náufragos felices, contemporáneos, que nos regalan sonidos, olores, palabras, libros, blogs que nos plasman, que nos pasman, miradas... Nos hace sonreír ese secreto mundo que inventamos, a veces a nuestro pesar, y dejamos pequeñas puertas para que algo más que el aire fresco y el tiempo de palabras entre. Por eso el tiempo de continuo nos asombra.

Pasen. Hoy, estoy junto a un libro nuevo. Nicole D'Amonville Alegría, poeta de 1967 que hace honor a su nombre y apellidos, acaba de publicar "Acanto" en Lumen, un libro con arranque de sabor clásico, pero muy muy actual, y ya cuenta con la complicidad de nombres grandes de la literatura nuestra, como Gimferrer, que alaba su capacidad de "comprimir el énfasis en la elipsis y la majestad en la sencillez". Convierte una estrofa amorosa del cancionero en un interrogatorio entre sentimental y policial, reinventa el eco y nos lo pone en la lengua con un beso. Derrocha humor e inteligencia sin alarde soberbio. Y sobre todo profundidad:

"Debo morir. Y sin embargo nada muere"
ni esculpida
la muerte en tus facciones
frías tus manos, tus mejillas, frente
fría bajo mis besos,
rígidos la cabeza, el cuerpo, el alma
tuya no muere en mí.



Lugete, o Veneres Cupidinesque Posted by Hello

No es que quiera compararla a Catulo. El veronés es una excusa para limpiar la lengua de las pátinas y hablar de tradición con la mirada limpia y con los labios húmedos. Porque dice también esta Nicole:

Nube y nube, tronco con tronco,
rama en rama, el río
un horizonte que se cierra en sí
y completa una alianza.

Todo lo que aparece
el agua entrega en anillo nupcial.

Y nosotros
¿con quién copulamos?

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Pues eso, la cinta que ceñimos con las palabras islas, con las músicas islas, con los silencios islas que nos vencen, que nos apasionan. Con blogs islas, y secretos archipiélagos. Con los otros cofrades de un naufragio feliz, que también tienen islas e islas son, si bien miramos. Y dice esta Nicole en el frontispicio del libro:

El silencio aprovecha
sólo al que escucha este latido ajeno.


Pues eso, a escucharnos, a mirar el esplendor de todo lo que aparece y a preguntarnos, si a nosotros el agua entrega en anillo nupcial. Pero nosotros, ¿con quién hablaremos de política?

Roza mi mano y vámonos al mar.

5 de mayo de 2005

Romanticismo


"NRAO / AUI / NSF" Posted by Hello

Saber cuál es el sonido exacto de un agujero negro: Si bemol, 57 octavas debajo del do central de un piano.

Una nota lúgubre, romántica, un brillo oscuro propio de Chopin. Si bemol.

En el centro de nuestra galaxia (ver la foto) existen extraños arcos de plasma detectados por radiotelescopios. Escuchamos el corazón de La Vía Láctea, el lugar más mortífero, el macro agujero negro bautizado Sagitario A*. Su sonido es un Si bemol cuando devora la materia de otros cuerpos cósmicos. Y a su ritmo danza la galaxia entera.

Un baile de vida y muerte, con el color musical de la melancolía, la "bilis negra" del ánima, que resulta inefable, como si fuera una materia oscura, oculta a los rayos de la luz.

Ese agujero negro, ese curvo corazón que comba el tiempo y que ilumina sin ser visto la totalidad de la noche, que enciende la nada o la apaga. Que la enciende y la apaga de continuo. Por más materia -visible o invisible- que añadamos no tendrá bastante ni podrá romper su propio ciclo cósmico... Como ya sabía Rilke (y lo dice en su elegía a Marina Tsvetáieva):

"¡Oh lo que se pierde en el espacio sideral, los astros que caen, Marina!
Adonde nos arrojemos, sea la estrella que sea,
no la acrecentamos. El conjunto está siempre contado.
Así el que se viene abajo tampoco merma la cifra sagrada.
El que cae renunciando, cae al origen y sana".

Romanticismo del agujero negro, si fuera posible. Chopin, Rilke... La música, un si bemol. O la cosmología que la poesía enseña todavía.

Aprender a escuchar, saber que hay luz en la palabra.

Y cerca del borde oscuro, en el último horizonte de la luz, el tiempo que se aquieta, se detiene.

Porque todo es luz sin fin, entre la transparencia y la materia, u otras palabras oscuras.

26 de abril de 2005

M16, últimos disparos


M16, según la última foto del telescopio Hubble, en su 15 cumpleaños.
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Ayer se subastó en París una copia de "El beso" de Doisneau, disparo menos espontáneo de lo que se creía pero imagen que formó el icono del romanticismo parisiense. 155.000 euros del ala por una copia, eso sí, con la dedicatoria del fotógrafo a la mujer besada o besante en aquel instante disuelto ya en los jugos del tiempo. Sólo el cartón nos sobrevive.

Pues con las fotos del desahuciado telescopio espacial ocurre algo similar. Son todo lo espontáneas que pueda decirse de una cámara aupada 600 km por encima del mar. Pero guardan idéntico misterio. Por muchos años luz que viajemos no nos liberamos del alegato final del replicante de Blade Runner: "He visto cosas que vosotros no creeríais, naves en llamas más allá de Orión, rayos-C brillando en la oscuridad cerca de la puerta de Tanhauser, y todos esos momentos se perderan en el tiempo como lagrimas en la lluvia..."

Lo cual nos lleva a la memoria, siempre más fiel que la fotografía, puesto que reúne el conocimiento con el amor, que diría el místico. La foto puede encerrar las llamas y detener el mar, pero nada es sin la mirada y sin su octava, la memoria.

Messier puso el décimo sexto número de sus recuentos estelares a la nebulosa del Águila. Hace 15 años el Hubble la fotografió asombrándonos a todos. Y hoy ha vuelto a hacerlo con el mismo efecto, para celebrar su último cumpleaños en buenas condiciones.

El gas de esta nebulosa de emisión está más caliente que el fuego ordinario, el que conocemos aquí en la tierra. Claro que en tierra llamamos M16 al fusil de infantería con más potencia de fuego inventado hasta hoy. O hasta ayer. Desgraciadamente nada indica que los disparos de ese ingenio vayan a parar.

Y su relación es turbia con la memoria...

Es así como somos y seguiremos siendo. Vamos como este post, a salto de mata.
Y lo pasamos de muerte.

20 de abril de 2005

Ecumene


El mundo habitado no nos comprende.

Tampoco nos comprendían bien los ingenuos mapas de la primera edad media que mostraban el mundo circundado por un redondel, por una O de mar, y dividido en continentes por una T de aguas, por la que discurrían el Nilo y el Mediterráneo. Dentro de esas dos figuras –OT- se situaba entonces el mundo habitado, la Ecumene, y aquellos mapas servían para contemplar el reparto evangelizador de los apóstoles, los lugares a los que cada uno había arribado. Por eso son los primeros mapamundis del orbe cristiano y como tales figuran en los maravillosos libros iluminados de aquellos siglos.

La oscuridad de los siglos no está detrás de los Beatos iluminados. Es la misma oscuridad de entonces, de nuestro presente y de los inciertos tiempos por llegar. Mientras el mundo habitado duerme, mientras cada ciudad duerme, el hombre cavila su destino. Porque compartimos un pasado simbólico remoto que nos lleva a las primeras luces sobre lo que somos (y por eso el link rupestre asociado a este post). El despertar de la conciencia en los bisontes de Altamira o la venus de Willendorf tiene ese origen simbólico del que desde hace tanto tiempo pretendemos ser exorcizados. Sin éxito.

Hoy somos capaces del alarde tecnológico de la exactitud y gracias a ella fotografiamos nuestra noche oscura, pero ¿la contemplamos? Ya Heráclito nos dijo “también aquí hay dioses” junto al fuego de la razón. Mientras las ciudades duermen, el mundo habitado no nos comprende.

Todavía hoy no estamos comprendidos en él. Nuestra exactitud es muy frágil aún ante la realidad humana, ante nuestro amor, o nuestro odio, ante nuestra conciencia atávica.

No estamos comprendidos por el mundo. Y ese sentimiento es mutuo.

15 de abril de 2005

Correspondencias (con la que está cayendo)

Posted by Hello
... y el cielo del revés

DUX
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Arnaut, amigo:

El día a día fustiga mi alma pecadora con invitaciones a la conversión, quizá señales premonitoras del milagro inminente.

Una mañana es el deseo de Plácido Domingo de poner música a algunos ripios del Pontífice y difundirlos (léase venderlos) por el mundo para propagar su mensaje. La música la pondrá su hijo que dice ser compositor y los beneficios los recogerá su cuenta corriente, sin pasar por sus manos puras.

Otro amanecer descubro que Rostropovich viste portada para difundir su mensaje de paz con música de Bach al fondo. Dichosos aquellos capaces de viajar en primera para tocar ante los tímpanos disecados de aquel que fue amigo porque supo guardar sus más íntimos secretos, tal vez unos cuantos miles de millones (de secretos) en alguna parte del Principado.
Y yo dudo. Ay de mí y de mi inconstancia. Pero hete aquí que hay uno que avisa vía Chesterton: "Se empieza dejando de creer en Dios y se acaba creyendo en cualquier cosa". Por eso otro me abre la puerta al espacio infinito poblado por el alma creadora y dice vía un tercero que "cuando hay que cantar, canta la cuerda, como Dios manda".

Y entonces entiendo que al pobre Bartók se le estén comiendo los gusanos después de inventar uno de los pizzicatos más bestiales de la historia de los instrumentos de arco. Y entiendo más: que ésa es la señal, el latigazo que acaba por deshacer el último átomo de mi resistencia. Me impongo la penitencia: nada de paganismos rodeados, como estamos, de espiritualidad a raudales. Con dos narices...
...Y un recuerdo muy cierto: dicen que una noche se presentaron en casa madrileña de Federico Sopeña los pianistas F. L. (ex de la Berganza) y A. B., completamente mamados, y este último le pidió confesión a Monseñor porque sobre su conciencia pesaba el recuerdo de una cercana masturbación. Contestación de Sopeña, que los tenía gloriosos:

-"¡Cerdo, impresentable, sal de mi casa! Pretender que te absuelva de semejante pecado. No te das cuenta que ésas son las manos con las que tocas a Bach".

Pues eso. Mucho jabón.
Feliz jornada. Saluditos
(un amigo)

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RISPOSTA
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Y qué diría monseñor de Catulo, cuyas paganas manos llegaron a escribir excelsos los poemas; o de safo, con sus libérrimas manos delicadas; qué de Colón con el dedo apuntador que señalaba la paja ajena (como Sopeña) y la tierra lejana; qué de Kafka, qué de Schiele, con sus manos pegadas a la muerte...
Pues eso, mucho jabón (cañones) o mantequilla.
Mi más humana cercanía en esta hora de excesos sacros, en esta especie de carpe díem clerical consistente en apurar los cálices inerciales más allá del dogma. Sólo espero que a Termini no le cambien definitivamente el nombre. Porque Roma es Termini, allí van a parar todos los caminos, (Termini di tutti le vie, la Roma stesa)
Dios te pille sin pecados. No sé cómo ayudarte, amigo. Buen día también, que no es fácil últimamente,
Arnaut
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CODA: Lascia ogni speranza
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Te contesto: hay una esperanza, acabo de escuchar en el Telediario que en el cónclave hay cardenales "de todas las tendencias". Ese sí que es un exceso sacro. Ahora bien la Iglesia es capaz de ponerse por delante del mundo mundial de un plumazo (qué curiosa coincidencia esta de acabar dialécticamente mencionando el cálamo con barbas, o sea la pluma, ante el actual escenario libertario que nos provoca. Será porque por muchas vueltas que le demos todos hemos de caminar juntos por los caminos que conducen a Roma y que algún escritor metido a plumilla higiénicamente aventa). Sí, el final es Termini, por el momento, pero pierde toda esperanza que llega el santo.
Ya llevamos media jornada. Esto está chupaó.
(El amigo)