Una escritura y el rumbo de las cosas. Mensajes en botellas reflejados en los ojos de alguien. ¿Tus ojos?
26 de julio de 2005
El arjé del amor
http://www.antique-book-reviews.com/Artifacts/Asian/Asian_47.html
Está a punto de aparecer en España -seamos nación o chanfaina- un libro interesantísimo que reúne toda la milenaria sabiduría erótica china. Al parecer, Siruela tiene intención de publicar la obra "La vida sexual en la antigua China", del sinólogo R. H. van Gulik, a primeros de septiembre. El libro, aparecido en 1961 en su lengua original, ya había pasado por las librerías españolas -fugazmente, puesto que pronto se agotó-, hace más de 20 años.
El índice recorre el contenido apasionado y apasionante de esta obra de erudición y delicada meticulosidad, por todas las dinastías de sus cuatro mil años de historia, por sus usos y costumbres, por la vida íntima -lo que se sabe- y la pública -lo que se cuenta- del imaginario erótico oriental. Mapa completo de los siglos de pasión acumulados, montaña inmensa de coyundas y besos como aquella montaña de amor sobre la que, según Juan Ramón, se cimentaba la Colina de los Chopos. Un derrubio, en fin, de humanidad en éxtasis y de vidas que lucieron con rareza hasta extinguirse.
Un legado impagable en estos tiempos de bombas sin porqué y odios fanáticos, porque parece muy pertinente recorrer los trayectos de tan rico aluvión como éste de la refinada y difícil amatoria china. Desde las primeras dinastías que fueron construyendo la base de este ars amandi hasta la gran eclosión de la dinastía Ming, cuya liberalidad sexual marcó profundamente la sensualidad y el refinamiento de su imperio -trasfundido en el arte, pinturas, porcelanas y finos enseres-, pasando por la reacción moralista de los seguidores de Confucio -Dios los confunda- que llegaron con la dinastía manchur de los Ching, de la que el libro muestra incluso una tabla de pecados, como si fuera un prontuario de algoritmos, donde se recuentan -no sin cierto regusto pecaminoso en la tipificación de las perversiones- los deméritos ocasionados por infringir las leyes amatorias establecidas. En realidad, es un ingenuo y repetido pecado a lo largo de la historia el empeño de los hombres por controlar volcanes con sólo describirlos... Nadie es perfecto.
Tal vez en próximos posts podamos asomarnos a la apasionante lectura que más de una blogger que conozco no va a perderse. El libro será una delicia, pues viene notablemente ilustrado con la imaginería de las diversas épocas, con la claridad formal y la delicadeza de la que China es capaz. Desde las acrobacias amatorias a la imagen de una mujer despertando dulcemente a su amante dormido... Porque la vida es sueño.
¿Y el amor?
El Tao que puede decirse ya no es el Tao
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1 comentario:
Una delicia! Como lo inesperado, lo desconocido, lo que está por venir... Es un encargo precioso y es hora de que la potencialidad [agarrotada entre números y estadísticas] se materialice en acción. Gracias por la oportunidad y por la confianza depositada :)
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