26 de abril de 2005

M16, últimos disparos


M16, según la última foto del telescopio Hubble, en su 15 cumpleaños.
-----------------------------
Ayer se subastó en París una copia de "El beso" de Doisneau, disparo menos espontáneo de lo que se creía pero imagen que formó el icono del romanticismo parisiense. 155.000 euros del ala por una copia, eso sí, con la dedicatoria del fotógrafo a la mujer besada o besante en aquel instante disuelto ya en los jugos del tiempo. Sólo el cartón nos sobrevive.

Pues con las fotos del desahuciado telescopio espacial ocurre algo similar. Son todo lo espontáneas que pueda decirse de una cámara aupada 600 km por encima del mar. Pero guardan idéntico misterio. Por muchos años luz que viajemos no nos liberamos del alegato final del replicante de Blade Runner: "He visto cosas que vosotros no creeríais, naves en llamas más allá de Orión, rayos-C brillando en la oscuridad cerca de la puerta de Tanhauser, y todos esos momentos se perderan en el tiempo como lagrimas en la lluvia..."

Lo cual nos lleva a la memoria, siempre más fiel que la fotografía, puesto que reúne el conocimiento con el amor, que diría el místico. La foto puede encerrar las llamas y detener el mar, pero nada es sin la mirada y sin su octava, la memoria.

Messier puso el décimo sexto número de sus recuentos estelares a la nebulosa del Águila. Hace 15 años el Hubble la fotografió asombrándonos a todos. Y hoy ha vuelto a hacerlo con el mismo efecto, para celebrar su último cumpleaños en buenas condiciones.

El gas de esta nebulosa de emisión está más caliente que el fuego ordinario, el que conocemos aquí en la tierra. Claro que en tierra llamamos M16 al fusil de infantería con más potencia de fuego inventado hasta hoy. O hasta ayer. Desgraciadamente nada indica que los disparos de ese ingenio vayan a parar.

Y su relación es turbia con la memoria...

Es así como somos y seguiremos siendo. Vamos como este post, a salto de mata.
Y lo pasamos de muerte.

No hay comentarios: