27 de febrero de 2005

Nieve al romper el alba




Recuerdo del reciente amanecer de la nevada.
El silencio. El tiempo. Apacibles copos que caen como pavesas.
La pira de nosotros.

Silencio. Ausencia de palabra no es ausencia de Ser, recuerda Panikkar. No podemos distinguir el Ser de la Nada. Y dice: "Llegamos a un nivel en el que las palabras retornan a la misma mente" que las piensa.

Las palabras que alguna vez dijimos, las palabras que fueron, se vuelven copos.
Vuelven a la vida.
A la vida en silencio. Nieve que cae.

Puede que, posteriormente, pensemos la vida y que el pensamiento, como la nieve, cuaje. Y tal vez de un modo tan natural como irremediable después el pensamiento se nos derrita en las manos...

Pero el silencio vuelve. Copos de luz de luna.
Para romper el alba.

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