Una escritura y el rumbo de las cosas. Mensajes en botellas reflejados en los ojos de alguien. ¿Tus ojos?
24 de febrero de 2005
Hombres, islas
Isla dibujada en la nieve
Cae la nieve y borra todo de blanco. Cae la nieve y podríamos recomenzar: un paso, una mirada, una historia nueva de nosotros. Nieva como si nada hubiese sucedido, como si fuésemos de nuevo unos recién llegados. Nieva y los copos disparan otra vez nuestra sonrisa. Todo está blanco, casi infinito, de nubes, de tierra, de una memoria algo más dulce, todo se suaviza.
Cae nieve y luego el blanco va cediendo, se derrite. Pero ¿y si pudiésemos retener ese sentimiento, esa intensidad?
"...Somos los auténticos países, y no las fronteras de los mapas donde figuran los epónimos de hombres poderosos. Morimos, morimos ricos en amantes, tribus, sabores que hemos probado, cuerpos en los que penetramos, en los que un día nadamos como en un río..." [decía Katherine, Christine Scott Thomas, en El paciente inglés]
Día y noche.
El amor. El tacto.
La nieve que cae y que después se desvanece...
¡Pero sentir la nieve -o su desierto-, sentir el corazón
sobre la piel!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario