25 de febrero de 2005

Respiración


Y la respiración que es hondo espía
me trasluce y traspasa
no sé qué resplandor...

...


Aviva el vuelo cuando ya no hay viento
aunque te vayas y no vuelvas, aunque
me pidas y te dé. Ya estás sintiendo
cómo se mecen, cómo se cimbrean
suavemente los olmos, hoja a hoja,
en las riberas de la amanecida,
con la precocidad del sufrimiento;

estás sintiendo ahora
este aire de meseta, el que más sabe,
el de tu salvación que no se oye
porque tú eres su música.

Y estás sintiendo cómo
la mayor injusticia de la vida
es el dolor del cuerpo, el del espíritu
se templa con espíritu. Y me sanas,
y yo te doy las gracias por venir
tan delicada que casi te veo.

¿Y qué voy a saber si a lo mejor mañana
es la mañana?


(Claudio Rodríguez. Manuscrito de una respiración)

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