1 de junio de 2007

El mar, además de tesoros...


Impresionante secuencia. Y como dice Blake:

Árboles, pájaros, bestias y hombres contemplan sus dichas imperecederas.
¡Incorporaos, alitas oblicuas, y cantad vuestra dicha infantil!
¡Incorporaos para beber vuestra bendición, que todo cuanto existe es sagrado!
De tal modo canta cada mañana Oothoon. Pero Theotormón permanece inmóvil
junto al océano, conversando con las horrendas sombras.

Las hijas de Albión escuchan los lamentos de Oothoon y devuelven en eco sus suspiros


Visiones de las hijas de Albión. Versión de Pablo Mañé

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué bueno. Monta la ola y apura de lo más virguero. Qué bueno y que envidia más sana. Para conseguir algo así hacen falta muchas vidas gozando el mar en su forma más pura o lo que es lo mismo, manteniendo el espíritu en equilibrio sobre una tabla.
De arte.
Montero Glez