
-La literatura ocurre sólo entre almas cercanas, (almas que recerca y acerca) entre miradas próximas al mundo; la literatura es también amistad junto a una fuente semejante: la de la memoria prójima.
Delante de una hoguera, por otra parte, la soledad pregunta hacia lo alto con torres y círculos de humo, y se disuelve en los anillos y crepitaciones que brotan de las llamas. Será esta vida que llevamos, deshecha en polvo de luz, toda ascuas de lo que miramos sin ver -y oímos sin escuchar-, otras cosas, otras vidas que, como la hoguera, son y nos invitan.
La amistad también es llama. Y nos cae desde lo alto, como un pentecostés, como la glosolalia, pura expresión, inteligencia sin porqué, inmerecida rosa de la lengua.
Somos claustros, oscuros; seres de ramas buscando luz, sostenidos por la sombra, desde la raíz. Y qué amistad la del agua que nos canta. Y qué sed circunda la memoria, infinita, la sitia.

1 comentario:
Ayer estuve en los yacimientos de Cuma y en vez de un claustro, lo que màs me emocionò fue el llamado "antro de la sibila"; todo un pasillo largo y misterioso, muy similar a la arquitectura egipcia. Y no construido, sino excavado en la roca. Diferencia sutil pero fundamental... Saludos!
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