13 de mayo de 2009

Todo el día a media asta...


Después de todo el día a media asta por la muerte de Antonio Vega... y de leer a Manuel en ABC que ha construido su crónica sobre una alfombra de chispas de palabras chocando contra recuerdos, y después de esta visión de todo el pasado en una décima de segundo -tan agridulce- de Albiac, me vinieron muchas historias a la cabeza, senderos que cerraron como las cicatrices.... etc, etc...

Tuve que correr
cuando la vida dijo: "ve"
No hubo manera de pararme
Correr que fue volar
Beber de un solo trago todo el mar
Y no sació mi sed el agua
Tomé el sendero sin saber
que me alejaba para no volver
Dulce como miel
probar el roce de su piel
Ella en el suelo, yo en el aire
Dulce pero cruel
llenó mi mundo de papel
Jamás pensé que llegaría a helarme
Que perdería el calor
y con el tiempo la razón
En el camino tropecé
con esa piedra desde la que arranqué
Tomé el sendero sin saber
que me alejaba para no volver
En el camino encontré
lo que jamás pensé tener
Tuve que correr
cuando en el viento pude oir
que igual que vine habría de marcharme,
que como vine habría de marcharme



Ya se acerca la estación nevada,
bajo y cumplo años de pasada,
y una estrella más.

Se dibujan los colores,
vivos en la magia de las flores,
en la luz vital.

Rodeado de equipajes
que se pierden entre viaje y viaje,
queda recordar.

Y por ésto vivo el día,
día simple, día claro,
vivo al menos sin temores,
sin el miedo de gozar.

Cada pueblo, cada puente,
cada cruce me ha enseñado,
que con hoy es suficiente.



Sombra que un día desapareció
se fue a asustar a los niños.
Sombra que alguna vez se rebeló
ante el juez que a las dos dimensiones la condenó.

Busqué una sombra bajo un sol cruel
y fui engullido por ella.
Así de la pared se despegó
en un mundo de sombras (?) me sumergió.

Vi un pasillo hacia la luz
un túnel por el que corrí.
Mis pasos iban hacia ti
que no llegabas, y llegaste al fin.

Por cada sombra en la pared
mi alma busca su forma de ser.
Por cada sombra sin pared
un alma sufre el mal del ser infiel.

Sombras perdidas en la multitud,
la multitud de las sombras,
entrecruzadas vuelven a tejer
esas formas alargadas del atardecer.

Hay un pasillo hacia la luz
un túnel por el que correr
guié mis pasos hacia ti
que no llegabas, y llegaste al fin.

Por cada sombra en la pared...

2 comentarios:

Mike Muddy dijo...

Lástima la infinita miopía (por no hablar de incultura) de unos cuantos. Algo que tú y yo sabemos, parafraseando al gran Antonio. Sé que hiciste lo que pudiste. ¿Trabajamos para el público o para nuestro ombligo?

Anónimo dijo...

Me llamo Rafael Rosselló Cuervas-Mons, soy autor y, ahora, autor-editor y os cuento un poco lo que hago y mi trayectoria por si os pudiese ayudar en algo. En el año 2003/2004 publiqué con el sello Span Ediciones una novela "Los contrabandistas del Estrecho"(La ruta del hachís) que tuvo muy buena acogida. Para escribir sobre este tema, durante más de tres años estuve infiltrado con grupos que se dedicaban al tráfico de hachís entre España y Marruecos. Todo lo que cuento en estas novelas está basado en hechos absolutamente reales. Este año, he constituído una editorial, Ediciones Zeppelin, y he sacado al mercado la segunda parte de "La ruta del hachís" que se titula "traficantes", que es una novela que se puede leer sin haber leído Contrabandistas ya que, aunque es la continuación de las aventuras del protagonista, es independiente.
Por otra parte, Ediciones Zeppelin es una editorial que he creado con idea de que autores que no tienen acceso a grades editoriales puedan ver sus obras publicadas y, lo que es más importante, distribuidas por toda España incluyendo grandes superficies. Ediciones Zeppelín ofrece a los autores hacerse cargo de la maquetación, diseño, impresión, gestiones de ISBN y depósito legal de la obra, asesoramiento y distribución por toda la geografía española. Es decir, el autor se convierte en editor de su propia obra, pero amparado por una editorial que, como es obvio, tiene firmado un acuerdo con una importante distribuidora para que esa obra esté en los principales puntos de venta de España, ya que lo principal es la distribución y a un autor que se auto publiqué no le coge ninguna distribuidora. Lógicamente el autor, al ser coeditor de su propia obra, no se reduce a cobrar los derechos de autor, que como sabéis son mínimos, sino que cobra un tanto por ciento importante del precio de venta del libro al público con lo que se le puede asegurar la recuperación del capital que ha invertido en su edición si la obra se vende normalmente.

Es más o menos, por decirlo con otras palabras, la asociación del autor a la editorial para esa obra determinada.
Si alguno estuviese interesado, puede contactar conmigo por mail a rafaelrossello@hotmail.com ó edicioneszeppelin@gmail.com ó por teléfono al 692035667.
Muchas gracias